"...Te amo, pero prefiero que lleves en tu vientre a nuestro hijo muerto, para que pienses en ello cada día y cuando nazca el parto solo decante en una gran sensación de servir fielmente a nuestras convicciones, las que se deben mantener a cómo de lugar para demostrar nuestro respeto a lo que nos enseñaron como bueno, y así también imponerlo a los demás, que no saben distinguir lo bueno de lo malo, que no entienden que ese niño es una prueba de lo superior y si te vas a causa de mantener el enbarazo, sabré siempre que estás en un lugar mejor"
Estar en contra del aborto terapéutico es estar a favor de las violencia contra la mujer. ¿Dónde quedan los derechos humanos y el sentido común? Está claro, fuera de la legislación y cobijo de un Estado que se denomina Laico Sin serlo.
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