Como ya se ha hecho habitual, los once de septiembre se realizan disturbios en las poblaciones emblemáticas, disturbios que lejos de ser una muestra del rechazo a lo que significó el golpe de estado del 73, no hacen más que demostrar el poder bélico que se mueve en esto

s momentos en las poblaciones, el nivel de agresividad y de descontento que pareciera reinar en sectores populares. Si bien soy una persona que comprende el rechazo agresivo, y que en ciertos puntos comparto la protesta violenta en caso de ser necesaria, no puedo dejar de pedir y buscar argumentos válidos para tales o cuales acciones. Si se toman armas debe ser con un fin claro, con un propósito que diste de la violencia por la mera violencia, que nos lleve a reivindicar ideales que han sido pasados a llevar, entonces pregunto: ¿Qué ideales son defendidos por un montón de pendejos que lejos de saber qué ocurrió en una fecha tan triste, pescan hechizas, arman barricadas y saquean colegios? Obviamente ninguno, y mientras tanto en la prensa vemos cómo de manera fútil se intenta buscar una relación ya casi inexistente entre el término del gobierno popular y la violencia de la noche del Once, sigo sin entender qué clase de ideales pueden tener estos cabros, que sin un motivo histórico y con una conciencia de clases no desarrollada, se largan a desmantelar negocios y pitiarse pacos.
Para mí esto dejó de ser una manifestación política desde hace rato, y se ha convertido en la ocasión donde se evidencian fenómenos sociales muy graves, que por un lado se vinculan con el descontento social, manifestado en un abierto desacato a la autoridad, hasta esta parte bakán, la institucionalidad a veces debe ser realmente puesta en cuestión, aunque no es bueno andar arriesgando la vida ante los pacos porque sí no más. El punto es que el hecho de tener grupo grande de gente destrozando y tomando acciones violentas, nos demuestra varias falencias en la manera que el estado y las organizaciones sociales están funcionando, esto para mí es un hecho grave, al que debemos poner mucho ojo, ya que el descontento social no está fluyendo de una manera sana, desde mi punto de vista esto se debe a que no hay una participación de la comunidad en la toma de decisiones, además la falta de oportunidades, la desigualdad en el acceso a la educación “buena”, y qué decir de la inmoral distribución de la riqueza, estos son algunos de los hechos que coartan un cambio en este aspecto. Suena desesperanzador decir que quienes podrían empezar un cambio profundo en esto, no hacen lo que corresponde, ni ven la manera más inteligente y eficiente de hacerlo, están acomodados ya sea como “clase política”, o como los múltiples (pero no plurales) poderes de FACTO de nuestro Chile, por lo tanto la solución de las autoridades

a las manifestaciones de desagrado social, que es paquear las poblaciones es bastante weona a mi juicio, ya que demuestran la falta de trabajo a largo plazo para poder manejar la situación que les relataba recién, de una manera en que la ciudadanía sea parte de las decisiones que la afectan, y se sienta integrada. Creo que la llamada exclusión social impide la construcción de un chile mejor, país que no se armará con en un año o dos. Querer una sociedad que sea más justa y más sana no se alcanza con proyectos inmediatos, ¡Y menos aún con represión! Mandar a los pacos a las poblaciones no resolverá el 11/9 del próximo año, porque en esta fecha, que ya tiene poca o nada de memoria histórica, es sino el reflejo de lo mal que está funcionando nuestra pseudo democracia, y de cómo nuestro país no logra integrar a la gente de la que da la impresión se quiere deshacer, mientras el ministro de economía y candidatos como Piñera o Frei, hablan de que Chile se perfila pronto como un país “primer mundista”, que ya luego pasará a tener estándares de vida europeos, ¡YAAAAAA OIE!
2 comentarios:
A decir verdad encuentro difusa tu columna, por lo que me vi obligado a releerla varias veces para darte un comentario adecuado.
La verdad, a mi entender las típicas protestas del 11/9 chilensis son protagonizadas por puros wueones flaites y anarkos (notese la "k") engrupidos o dicho de otra forma, por el "lumpen del proletariado" al cual se refería tan acertadamente Karl. El gobierno de turno, por mandato del ordenamiento jurídico se ve obligado a intervenir en este tipo de protestas con un alto grado de represión, lo que además de un mandato legal, constituye un mandato político ya que debe asegurar la seguridad de la gente que no protesta, pues si no lo hiciera se vería expuesto a las criticas de la oposición, tan dada en nuestro país a enrostrarle al gobierno los problemas de inseguridad y delincuencia.
Sin embargo, también atribuyo a como tu bien decías a nuestra democracia oligárquica el componente de frustración social en las clases mas bajas que puede considerarse como móvil de estas acciónes. Es facíl reconocer que Chile posee una clase política bastante marcada, en donde la población en general no se siente parte de las decisiones que marcan el devenir del país. Y es bastante dificil que así sea mientras existan organizaciónes políticas desvirtuadas que se mueven mas por intereses personales o partidistas (lease Auth, Escalona), que por intereses de caracter superior, que incluyan genuinamente a las masas en la partipación política. En este contexto de democracia representativa, es dificil que no existan outsiders, es dificil que no exista el anarquismo ya que la democracia, paradojicamente, excluye toda idea no democrática. La democracia se niega a si misma. Y esto, ojo, no nos hace subdesarrollados. Este es un problema que existe tanto en el mundo desarrollado, como en el subdesarrollado...recuerda lo que sucede con los inmigrantes Franceses.
¿Que hacer? verdaderamente no lo sé. Pero si tenemos un montón de pendejos flaites tirandole molotovs a un cuartel de investigaciones y a una prensa eficaz encima demonizandolos, es dificil que se pueda hacer algo, es difícil que los ideales perseguidos -legítimos o no- sean vistos como fines de carácter superior.
Todo parte por disciplinarnos nosotros, como potenciales revolucionarios -o al menos como potenciales reformistas-. En un contexto donde los derechos humanos son vistos como parte del derecho natural, no podemos darnos el lujo de expresar nuestro descontento pegando, matando...para mí ese no es el camino. Es cosa de tener dos dedos de frente....
He dicho.
Está difusa porque creo que mi mente está un tanto atrofiada a la hora de hablar de política, pero de todos modos creo que pienso algo súper parecido a lo comentaste, claro el gobierno se ve olbligado a tomar medidas cortoplazistas puesto que tiene un montón de medidas de presión en contra, mas no me cabe bien en la cabeza hasta qué momento se tomarán medidas a corto plazo y se comenzará a trabajar con una proyección a futuro que sea seria, ¿qué se debe hacer? he allí el problema de la cuestión.
Publicar un comentario