jueves, 3 de septiembre de 2009

Toooooodo mall


La noche ya era un completo desperdicio de humanidad, los cadáveres vivientes estaban repartidos por toda la habitación, algunos hablaban como si alguien los escuchara, mientras aún quedaban valientes agonizantes apoyados en las paredes cantando boleros. Miré a mi amigo Eduardo, estaba bajo una duna de cenizas con una bombilla en la nariz; entonces noté que no estaba Fabián, se lo había tragado el escusado, y ahora su paradero era desconocido. Lo peor de todo era que entre el olor putrefacto de seis días de juerga se nos olvidó que alguna vez estuvimos vivos.

1 comentario:

David Ortiz dijo...

Kién dijo que los rayados con sprite no son intelectuales?
No saben ná de posmodernismo